En Guayaquil, Ernesto decidió ir hacia Guatemala para ver la revolución que estaba liderando allí el coronel Jacobo Arbenz. Ernesto recién llegaba a Alta Gracia. Lo conoció cuando ambos tenían dos o tres años. Con un hat-trick ante el Sevilla el 22 de noviembre, se convirtió en el máximo goleador de todos los tiempos en La Liga ya que, con 253 goles, superó tras cincuenta y nueve años el récord de 251 de Zarra.