El mismo Naismith pasó dos años en Francia con la YMCA en esta época. En 1891, James Naismith intentaba idear un deporte que sus alumnos pudieran practicar bajo techo, pues los duros inviernos en Nueva Inglaterra dificultaban la realización de ejercicio al aire libre. Poco, o nada, se vincula, en cambio, al sacrificio, la soledad, la envidia, la superación o la tristeza que acompañan a muchos jugadores y que inundan o salpican sus trayectorias.